
ENTRE LA CRISIS Y EL ARTE
VESTUARIO
A pesar del aumento constante del costo de la fabricación de la indumentaria que usan los bailarines de ballet, los miembros del departamento de sastrería y del taller de zapatillas del Teatro Teresa Carreño siguen explorando diferentes opciones que les permitan continuar creando el calzado y los trajes que visten los actores en el escenario
unque muchos de los aspectos fundamentales del ballet tienen que ver con los elegantes y difíciles movimientos que realizan los bailarines durante sus presentaciones, no hay que negar que cuando nos hablan de este tipo de danza, lo primero que a muchos se nos viene a la mente es la imagen de un par de zapatillas de ballet rosa acompañadas por un firme tutú. Y es que no hay nada que represente mejor al ballet que el acto de bailar grácilmente sobre la punta de los pies mientras se lleva puesta una fina y vaporosa falda hecha de tul, muselina o tarlatana.
Esta idea nos demuestra que no sólo son importantes las técnicas que aprenden los bailarines de ballet durante largos años de duro entrenamiento, sino que también es necesario concederle protagonismo a la indumentaria que se utiliza para darle vida a esta forma de expresión artística. Es decir, un bailarín de ballet no es nada sin sus zapatillas y difícilmente logra adueñarse del escenario si su atuendo no se compenetra con el ambiente de la historia que se le cuenta a la audiencia a través de la danza.
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